Hola, hola me encanta estar aquí, volvemos con el tiempo de la artesanía luego de una ausencia que tiene que ver con una pausa voluntaria, pues decidimos disfrutar al máximo el final del año para estar con nuestros seres amados y compartir y también por una pausa involuntaria, porque recientemente tuve covid, el cual me dejó sin voz y en realidad sin ánimos de cualquier cosa, después de ese tiempo de calma, estamos otra vez aquí con ustedes para narrar nuestros viajes a través de las riquezas que tenemos en este nuestro mundo, nuestro hermoso planeta tierra, entonces seguimos en nuestro paseo por los pueblos indígenas de Latinoamérica, hoy vamos para el resguardo indígena de Guambia en el departamento del Cauca, tierra de los Misak desde Bogotá, la capital colombiana.
Si el viaje por tierra se hiciera directo Bogotá- Popayán, son aproximadamente once horas y media; pero este no es el caso. Los 592 km los dividimos en tres para pernoctar en Ibagué y otra noche en Salento y el Valle de Cocora y luego a Popayán.
Bien madrugados salimos por una zona llamada Soacha hacia Melgar y Girardot, aún en el departamento de Cundinamarca; luego de 4 horas en carretera buscamos desayuno, jugo de naranja recién exprimido, a 26 grados centígrados queríamos algo refrescante! Aprovecho para invitarles a probar el viudo de capaz a orillas del río Magdalena, es absolutamente delicioso y normalmente lo sirven en cerámica negra de la Chamba, Tolima, la cerámica es única en el mundo, en algún momento haremos un especial sobre este maravilloso oficio.
Durante una hora y media más estuvimos felices admirando la abundancia del pueblo Colombiano, hasta llegar a Ibagué, capital musical de Colombia y una de las 11 ciudades musicales que recientemente fue nombrada por la Unesco como cuidad creativa del mundo. Allí en Ibagué, al lado de las creaciones musicales está el oficio de la luteria, elaboración de instrumentos musicales, sin duda también una oportunidad para relatarles este hermoso oficio. En Ibagué pasamos una noche.
Continuamos nuestro viaje por la línea, así se llama la carretera que tomamos para seguir hacia Armenia y luego Salento…en las orillas de la carretera es emocionante ver a las personas campesinas caminando con sus animales. Observo que Colombia es un país muy rural, muy verde; seguimos entonces hasta Salento un bellísimo pueblo con una vegetación y un entorno maravilloso pues al este se ubica el valle de Cocora que alberga las palmas de cera uno de los símbolos de Colombia. Aprovecho para mencionar que tanto Salento como el valle del Cocora y una gran cantidad de contenido cultural de comunidades indígenas y tradicionales con su patrimonio vivo como la artesanía hacen parte de la inspiración de la película Encanto que acaba de ganar el globo de oro como mejor película animada y está nominada a los premios Oscar.
De Salento a Popayán hay 6 horas. Una de las cosas que caracteriza las carreteras colombianas desde mi punto de vista, es la gran diversidad de vendedores ambulantes que se encuentran en la vía, a la altura de Cali paramos al ver la exhibición de muchas piñas pequeñas que conocemos por su néctar, no podíamos dejar de saborear semejante manjar! Lo digo en plural porque en este viaje íbamos con mi esposo, mi hija y mi sobrino.
Finalmente llegamos a Popayán y luego de tomar un descanso, nos fuimos para el Resguardo indígena de Guambia unas 20mil hectáreas con 25 veredas. El 80% del territorio son reserva natural, (muchos de ellos espacios sagrados) colchones de agua, páramos, bosques. 26000 habitantes se encuentran encuentran distribuidos en el 20% de tierra restante. Para llegar al resguardo nos devolvimos por la vía a Cali hasta Piendamó y allí tomamos la vía a Silvia; a unos 8 kilómetros del casco urbano está la Peña de Corazón, un sitio espiritual para los Misak como ellos mismos se denominan y que significa gente, persona que dá un ejemplo cotidiano y gana respeto. o Guambianos, como fueron bautizados por los españoles. Desde allí empieza del Resguardo.
Una de las cosas que más me gustan del Cauca es el color de la tierra es tremendamente negra y tiene una gran variedad de verdes; las dos horas de recorrido desde Popayán al resguardo, pasaron lentamente porque los paisajes son hipnotizantes y les quiero decir que para mí, entrar al resguardo de Guambia, es entrar como a otra dimensión donde el tiempo se paraliza, los colores de los trajes Misak destacan entre los tonos tierra de este hermoso sitio dominio de la comunidad.
Vimos tres personas , dos mujeres y un hombre charlando. En sus cabezas se apreciaba un sombrero, que años atrás estaba al borde de la extinción el sombrero de pandereta, pieza que la comunidad se ha propuesto rescatar. El sombrero de pandereta representa el tiempo y el espacio; la ciencia del pueblo, la forma como ven el tiempo que es diferente a como se ve en occidente. El sombrero tiene un valor simbólico Nacer, morir, regresar otra vez a otra dimensión y espacio y es utilizado por mujeres y hombres.
Las tres personas seguían caminando, En las mujeres se destacaba el color azul rey violáceo del reboso (como una especie de chal o capa) , por fuera se veía de este color es decir, azul rey violáceo y al pasar al frente de nosotros, pude ver que por dentro era fucsia, un fucsia intenso, el mismo color que tenía el sesgo del reboso que resaltaba entre los tonos verdes y terrosos del paisaje. Parte del atuendo era el anaco o falda negra con lineas- que esconde en ellas la información del origen de la portadora-, todo ello contrastaba con el atuendo en general con unos brillos de blanco en la cintura donde llevan el chumbe o faja tejida donde se puede apreciar a través de los dibujos tejidos simbología propia, el chumbe se utiliza para amarrar el anaco y los collares blancos de chaquiras que adornaban el cuello y pecho de las mujeres Misak y cuya cantidad en otros tiempos se relacionaba con la magnitud de poder de la portadora y con el hecho de ser mamá y cada mujer llevaba una jigra tejida muy probablemente por ellas mismas emergía de allí una fibra delgada que es sus manos se iba hilando al son de sus pasos.
El atuendo del hombre consistía en el sombrero de pandereta, una ruana corta rectangular gris con dos líneas horizontales en la parte inferior, debajo de la ruana llevaba un saco de manga larga oscuro, al cuello una bufanda roja que en las puntas era beige y café y flecos de color naranja luego también llevaba una falda azul rey. Los tre, las tres personas llevaban botas negras.
Guambia es uno de los 16 resguardos Misak que existen en este momento, ví, sentí el amor por el agua, por la tierra. Lo recuerdo y lo vuelvo a sentir.
En su pensamiento, el Misak, todo los que nos rodea contiene vida y la vida se preserva. Los Misak son hijos y guardianes del agua, hijos de la laguna de Ñimpe y la laguna de Piendamó y guardianes de la tierra. Su espiritualidad se encuentra en los lugares sagrados como los páramos; Subsuelo, suelo y espacio está lleno de maestros; Los Maestros que enseñan de forma constante son los animales.
Tuvimos la oportunidad de almorzar una deliciosa trucha cultivada en el resguardo, allí la comunidad se ha organizado también en el turismo y digo también porque se han hecho cargo de su propia educación a través de la creación de la Misak Universidad donde la comunidad del resguardo practica la esencia de su propia cultura, sus forma de ver la vida, su forma de vivirla, sus valores y principios. La Educación en el fogón hace parte del ADN de la comunidad, era alrededor del fogón que los abuelos y padres, Taitas y Mamas, contaban las historias a las nuevas generaciones y hoy en día esta práctica hace parte de la forma en que se enseña en la universidad Misak.
Alrededor del fogón cuando nos preparaban la trucha, conversamos y compartimos con personas de la comunidad de diferentes edades, escuchamos algunas historias entre ellas, la necesidad de ampliar las formas de subsistencia por tal razón, en la plaza de mercado de Silvia vimos mujeres y hombres Misak ofreciendo diversos productos frijol, papa, arrancha, cebolla y muchos más.
Las mujeres tienen una tienda en Silvia donde comercializan los productos tejidos porque el tejido es una manera de comunicación sin palabras, En cada tejido se plasman los sentimientos de la tejedora. Para buscar comercializar sus productos van a eventos feriales en diversas partes, aprovecho para enviarle un saludo muy especial a la líder Misak Luz Germania Almendra a quien admiro profundamente.
Tuvimos la oportunidad de almorzar una deliciosa trucha cultivada en el resguardo, allí la comunidad se ha organizado también en el turismo y digo también porque se han hecho cargo de su propia educación a través de la creación de la Misak Universidad donde la comunidad del resguardo practica la esencia de su propia cultura, sus forma de ver la vida, su forma de vivirla, sus valores y principios. La Educación en el fogón hace parte del ADN de la comunidad, era alrededor del fogón que los abuelos y padres, Taitas y Mamas, contaban las historias a las nuevas generaciones y hoy en día esta práctica hace parte de la forma en que se enseña en la universidad Misak.
Alrededor del fogón cuando nos preparaban la trucha, conversamos y compartimos con personas de la comunidad de diferentes edades, escuchamos algunas historias entre ellas, la necesidad de ampliar las formas de subsistencia por tal razón, en la plaza de mercado de Silvia vimos mujeres y hombres Misak ofreciendo diversos productos frijol, papa, arrancha, cebolla y muchos más.
Las mujeres tienen una tienda en Silvia donde comercializan los productos tejidos porque el tejido es una manera de comunicación sin palabras, En cada tejido se plasman los sentimientos de la tejedora. Para buscar comercializar sus productos van a eventos feriales en diversas partes, aprovecho para enviarle un saludo muy especial a la líder Misak Luz Germania Almendra a quien admiro profundamente.
Y para despedirnos les compartimos la voz de una niña indígena hablando en su idioma (perdón por la pronunciación) llamado namuy wam , nam trik, mogüez o guambiano en el documental de Laura Pulgarín de YouTube Documental Misak, entre arraigo y apertura.
La traducción de lo que acabamos de escuchar es:
“Aunque estemos fuera del resguardo, siempre habrá una forma de saber qué pasa en él. Mi mamá me enseñó a comunicarme a través del tejido, yo le voy a enseñar a comunicarse a través de otra red, el internet.”
El mundo digital nos propone nuevos retos, para la comunidad Misak, según ellos mismos están entendiendo el nuevo mund lo o digital no para que los controle sino para que sea una herramienta que se pueda aprovechar en pro de que la comunidad siga viva, de seguir existiendo en el tiempo y en el espacio.”
Después de esta vivencia me sigo preguntando, ¿Cómo cuidar la vida?
¿Cómo cuidar lo que consumimos?
Les planteamos un reto, qué tal si nos proponemos comprar productos de alimentación al granel? Es decir productos que no estén envueltos en icopor, poliestireno, unicel, espumafon, porexpan o como se denomine en cada país a este material plástico espumado que tarda 500 años o más en degradarse.
Este es un episodio que ha sido grabado en un jardín, los sonidos de fondo son los que proporcionó la naturaleza, viento y canto de las aves, estamos experimentando para conocer sus preferencias, nos gustaría mucho saberlas, gracias por su retroalimentación!
Para tejer este episodio agradecemos a la comunidad Misak del resguardo de la María de Piendamó y Guambia, a sus taitas y mamas, quienes me acogieron en aquellos tiempos en que yo iba a desarrollar comisiones de trabajo, sea este el momento para darles las gracias por su amor, por todos los momentos vividos, compartidos que ilusa fui…pensaba que tal ve yo podía enseñarles algo y fueron ustedes quienes me han dado unas hermosas lecciones de vida, gracias.
Gracias a Laura Pulgarín por su documental en you tube entre arraigo y apertura, les dejo el link en nuestra página www.boui.co boui con b de bonito o de orgullo u de único e i de ingenio.
https://youtu.be/R0VI1UMhg-M
Para conocer un poco más sobre la comunidad Misak les recomiendo también el documental en You Tube Sembrando Nuestros Saberes- Pueblo Misak del British Council Colombia.
Gracias a Duván Escobar por su artículo Escobar, El ciclo sagrado de las altas cumbres: agua, vida
y pensamiento entre los misak (guambianos)
Duvan. 2019. “El ciclo sagrado de las altas cumbres: agua, vida
y pensamiento entre los misak (guambianos)”. Antípoda. Revista de Antropología y Arqueología 34:
145-51. https://doi.org/10.7440/antipoda34.2019.07
Gracias también a A las personas de la comunidad Agil de Latinoamérica y de Agile Artesano y Agile Open Camp, Ustedes nos inspiran.
y al equipo boui: Ruth Guevara; Carolina Avila; Angela Guevara, Jaime Álvarez y a mi mentor Carlos Arturo Quiroga.
Hasta la próxima en el tiempo de la artesanía.